domingo, 24 de junio de 2012

Cenizas poéticas: antología mínima de estío



Mi sueño se hace cenizas.

Begoña Callejón, Cenicienta en sangre



porque el arte se debe construir sobre las cenizas de toda cultura anterior, sobre montañas  de cadáveres que hemos ido devorando para abonar nuestro estilo, nuestro gusto, nuestra verdad.

Raúl Quinto, Idioteca


para todas esas bocas que sólo masticaban cenizas de seísmos.
¡Alabanza!

Martín Espada, Soldados en el Jardín


las cenizas allí arriba desperdigadas aun antes de tocar suelo

Robert Juan-Cantavella, Los sonetos


Saltó
desde tus dedos una fina traducción de las cenizas

Fatena al-Gurra, Excepto yo


Realidad, de cenizas
es tu piel
y de costillas rotas
tu suelo.

Javier Corcobado, Yo quisiera ser un perro


¿Es la muerte un eslabón que huye
buscando las cenizas?

Teresa Domingo, Luzbel de penumbra


el poeta reducido a cenizas

pensé


el día que murió joan brossa

Juan Manuel Barrado, Fragmentos de cal


fue casi amor, cenizas

Elise Plain, Pan para la princesa


Hartos estamos de la ortopedia. Debemos levitar
por maldita justicia cósmica! Porque tras tres millones de años
dejando huellas sobre los caminos
el asfalto fresco
las cenizas de los volcanes que han sepultado a los nuestros
y los senderos de nieve por los que nos persigue el malo
ya está bien.

Ya nos va tocando.

Estíbaliz Espinosa, papel a punto de 



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Tú eres capaz de recoger las cenizas de otros y amasarlas en poesía-