sábado, 26 de mayo de 2012

300 de Camilo de Ory por Eduardo Laporte



Aforismos, pequeños pero matones

Es famoso el verso de «la poesía es un arma cargada de futuro». En una hipotética guerra compuesta por ejércitos de géneros literarios, la poesía y la novela tendrían sin duda un papel fundamental en el frente, aunque la alianza con los batallones de relato y los escuadrones de microrrelato serían de gran ayuda. Pero probablemente la brigada de los aforismos, punzante, aguda e incisiva, sería usada como elemento decisorio de la campaña bélica.
Esta vuelta hacia una de las formas literarias que popularizó Ramón Gómez de la Serna, con sus greguerías (metáfora+humor, en apenas una línea) se da en un momento de buena salud del relato tradicional, y del microrrelato. Podría pensarse que en cuestión de literatura 'el tamaño no importa', si pensamos en el impulso editorial del relato y microrrelato, pero también en la apuesta por publicar libros dedicados íntegramente al aforismo.

Llega el tuit

Tan cerca de filosofía como de la poética, el diccionario de la Real Academia define el aforismo como «sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o arte». Latigazos de genialidad que hoy llegan más que nunca a los lectores gracias a los estados de Facebook y a los textos de menos de 140 caracteres que se publican en Twitter. Dos libros coinciden en las librerías esta primavera, con el aforismo, también conocido como epigrama, como principal contenido. Allanaron el camino, desde Internet, blogs como el de Luis Bardamú, nombre probablemente ficticio, con sus famosas 'mínimas' y también el cotidiano goteo de aforismos que Carlos Marzal comparte en Facebook: «El ajetreo es el sistema mediante el cual hallan la calma los ajetreados».
La editorial El Gaviero ha decidido recoger muchos de los epigramas de Camilo de Ory (Segovia, 1970) en un volumen con cubiertas de hule negro que lleva por título '300'. Es el número de microtextos que ahí se exponen, pero que en realidad son más, si se suman los 106 que incluye la parte precedente, titulada, con humor, 'Golpe de Estado' (en referencia a los estados de Facebook en que se publicaron esas sentencias). Explica su autor que los aforismos de la parte general del libro fueron surgiendo de manera encadenada, y que abordan temas clásicos, como la muerte, el amor, Dios...
También reflexiones en torno al arte, en lo que De Ory define como «una especie de mosaico, o imagen poliédrica del mundo vista a través del objetivo, por necesidad desenfocado, del autor».
Empezó Camilo de Ory este proyecto hace unos tres años, por una motivación que confiesa con un punto de ironía, la de «ser autor de frases célebres», pero sin necesidad de generar el párrafo que las rodea: a pelo, a saco, de raíz. Su librillo de maestrillo le recomienda evitar en todo momento el soniquete a chiste. Hay que incorporar humor, en la senda ramoniana, pero sin caer en el chiste, el aforismo es otra cosa, más ambiciosa. El epigrama que inaugura el libro podría reflejar ese equilibrio: «Tengo un canario divino que dice: Soy uno y trino». O «El hombre sin techo tiene oportunidad de crecer hasta el infinito». O «Llueva café en el campo, esperemos que no hirviendo». El humor impregna la primera parte del libro, en 'Golpe de Estado', pero también hay epigramas con otros tonos, de vocación poética: «Luna tan culpable que se oculta tras los edificios».
Con una influencia que no reniega de clásicos como Gómez de la Serna, Cioran o Carlos Edmundo de Ory, con quien no tiene parentesco, el autor de '300' cita como referencia contemporánea a Lorenzo Oliván, un poeta cántabro que cuenta en su currículo con premios como el de la Fundación Loewe (2001). Cultivadores de nuevo cuño de una forma literaria de gran tradición que vive con las redes sociales un nuevo caldo de cultivo. «Brindan el formato idóneo y una posibilidad de difusión instantánea y bastante amplia», comenta.

También Facebook

Quien se suma ahora a esta manifestación literaria es Benjamín Prado (Madrid, 1961), que reúne en 'Pura lógica' (Hiperión) un total de 500 aforismos, recopilados por Julio César Galán. Una de las peculiaridades de este libro es que también ha intervenido Facebook en su gestación, pero gracias a la participación de los lectores. Ellos han sido los encargados de seleccionar aforismos entre la obra de Prado, sobre todo de los artículos que lleva publicando en un periódico nacional desde hace quince años. Un tipo de frase sentenciosa extraída de un contexto que convive con otras creadas para la ocasión.
Y si Camilo de Ory tiene la vocación de crear frases célebres, Prado busca que lo breve se eternice en la memoria del lector. Además, «un buen aforismo puede descubrir algo nuevo o decir algo conocido de una manera distinta, que lo convierte en otra cosa», lo que tiene una incidencia en la visión de la realidad, a veces empobrecida por las convenciones. «El empate es el reparto de la derrota» o «Qué gente tan lejana, los vecinos». Reconoce este poeta y novelista que buena parte de su obra, e incluso su manera de hablar, está siempre merodeando el aforismo. Unas sentencias breves que tienen tres vertientes claras: «Una parte de ellos quiere ir al cerebro del lector, otra a sus ojos y otra a su corazón».
Finalmente, uno de los maestros del género, Jorge Wagensberg, nos lanza 1116 aforismos «para navegar por la realidad» en su libro 'Más árboles que ramas' (Tusquets) en el que ejercita el placer de la pregunta sobre todo.

Fuente: Hoy.es

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